A volverse nada cada vez que sea posible,
a desaparecer en cada intento por ser,
a ser fino como el viento,
liviano siempre de andar
nadie a quien quiera contar sus cosas
y nadie a quien quiera escuchar
en amor profundo
instantaneidad
que sea lo que quiera
que lo que quiera será
Y así, en imposibles alcances
de puro gozo volverse brillar.