Porque Yoga no es un objeto o una práctica física, sino un estado de Existencia.
Una existencia libre, clara y total, donde el Yo y lo Otro no existen más.
Yogui es aquel que tiene la sutileza de entender que el Goce Último no está en las cosas, sino en la manera de verlas.
Y que la mirada última no es hacia fuera, sino a la Fuente desde donde todas ellas brotan.
Yogui es aquel cuyo mundo interno es infinitamente superior a sus necesidades externas.
En la calma de su mirada no hay esperas, en sus pasos no hay prisa, y en sus actos no hay meta.
El Yogui ha encontrado el Tesoro de su propia Plenitud.