Al estar cansado, el pensamiento es menos eficiente.
Estar con energías bajas genera a su vez pensamientos bajos o pesados, en terminología yóguica, pensamientos tamásicos.
Un pensamiento tamásico es un pensamiento de naturaleza pesada. Prima la inercia y la incapacidad para ver claramente. Se manifiesta como depresión, tristeza, amargura e indolencia, no hay direcciones claras a seguir, y todo se ve «nublado». La naturaleza de esa nubosidad son esos pensamientos pesados, que perturban la capacidad para pensar y sentir con claridad.
Así como en la congestión nasal, no se pueden percibir los aromas eficientemente, en la congestión mental, no se puede pensar eficientemente.
El cansancio así como la vitalidad son vibraciones que se alimentan de los pensamientos.
Pensamientos livianos; vitalidad. Pensamientos pesados; no vitalidad o cansancio.
Lo que más pesa en nuestra energía (pranamaya kosha) es la influencia de nuestros pensamientos (manomaya kosha).
Por eso es tan importante prestar atención a como fluye nuestra energía mediante la observación de la respiración y sus patrones. Y no sólo su observación sino tambien su modulación mediante ejercicios prácticos o Pranayama. Pranayama quiere decir extensión de la vitalidad (Pran: vitalidad / Ayam: extensión).
Mediante ejercicios prácticos de respiración se puede efectivamente disolver la pesadez de esos pensamientos que nublan la capacidad para pensar y sentir con claridad.
Respiración, vitalidad, y pensamiento claro son partes de una misma realidad.
