Esta triada suele usarse como un ejemplo didáctico para explicar los distintos niveles de conciencia en las distintas personas y su relación con la salud y enfermedad.
YOGUI es aquel que naturalmente se inclina por el recogimiento, la austeridad sensorial y la absorción en Sí. Yogui es aquel cuyo mundo es más interno que externo.
Se dice, el Yogui toma alimento una vez al día.
BHOGUI es aquel que se regocija en “bhoga” el placer que deviene de satisfacer los sentidos; una comida, un sonido, un aroma, etc. Para el Bogui a diferencia del Yogui su mundo es más externo que interno.
El Bogui toma alimento 2 a 3 veces al día.
ROGUI es aquel que ha caído en “Roga” o enfermedad. Rogui por tanto es el enfermo, aquel que no tiene una moderación en la satisfacción de los placeres sensoriales y llega al punto de volverse adicto a ellos. Su adicción le quita fuerza de voluntad y claridad hasta el punto de perder control y dañar su propio cuerpo y mente.
Se dice, el Rogui toma alimento más de 3 veces al día.
En la cultura de ciudad y su estilo de Vida orientado hacia el afuera, dominan la segunda y tercera categoría. Dominan con tanta ventaja que de hecho se transforma en la norma. Es normal en la Vida de ciudad la autoindulgencia en los placeres sensoriales. Esta excesiva indulgencia es la base de un gran número de desequilibrios. Desequilibrios que pueden ser controlados mediante una mirada integral y profunda, mediante la atención a las reales necesidades de mi cuerpo y la apropiada estimulación de mi mente.
La agitación del mundo de afuera, puede ser revertida hacia la calma y el contento de un mundo bien cultivado desde dentro.
Prestar atención al Alimento que tomo puede ser un buen Comienzo.
